domingo, 22 de abril de 2018

Docentes y alumnos universitarios ¿Lectores y escritores exitosos?



Docentes y alumnos universitarios ¿Lectores y escritores exitosos?

El mundo actual vive una serie de transformaciones a todos lo niveles, aunado a los avances de la ciencia, la tecnología y la información que han originado un nueva visión sociocultural e histórica donde la sociedad humana debe asumir los cambios y retos que impone la tecnología de la información y el conocimiento. Todos estos cambios han impactado al sistema educativo universitario en el mundo, estableciendo una nueva concepción filosófica en los docentes y en las instituciones de educación superior, esta realidad conlleva al surgimiento de nuevos requerimientos y prácticas de gestión para el docente, a objeto de que sea capaz de responder de forma eficiente y efectiva a los cambios que experimentamos hoy en día en este sector.

Se desarrolla la concepción del docente como un Gestor Axiológico Cultural de las transformaciones sociales, tiene la misión de buscar que la educación del estudiante esté centrada en los valores humanos y sociales y no sólo en el conocimiento, pues la formación del individuo debe ser profunda y sensible en cuanto al compromiso social, la conservación, respeto de la diversidad cultural y del ambiente, la superación personal mediante el autoaprendizaje, el fortalecimiento de la autoestima y el desarrollo de la apreciación por el arte en todas sus manifestaciones.

Además de todo lo que se ha expresado también es importante acotar que dentro de la capacitación y formación del docente, está la de contribuir al desarrollo integral del educando y para que este desarrollo se produzca en forma permanente el alumno deberá adquirir habilidades en muchos aspectos, uno de los más relevantes es el que está relacionado con el uso correcto de la lengua oral y la lengua escrita, pues como manifestaciones del lenguaje, requieren por parte del usuario el manejo de competencias que le permitan ejecutar esta actividad en forma eficaz.

El docente universitario venezolano, debe poseer habilidades comunicativas superiores, ser un lector independiente capaz de promover en sus alumnos, el interés por la lectura y por el desarrollo del lenguaje. La preocupación es de tal dimensión que, en distintos ámbitos, se debate y reflexiona sobre los problemas que evidencian alumnos y egresados en cuanto a la interpretación y producción de discursos orales y escritos. La consecuencia de estos análisis, producen cíclicamente cambios en el sistema que no se abordan, o lo hacen de manera poco eficaz, la cuestión fundamental presenta deficiencias en prácticas de lectura, escritura y comunicación oral, no solamente los alumnos sino también los docentes.

La realidad en las aulas universitarias no difiere de las de otros niveles educativos. En éstas se encuentran alumnos con profundas deficiencias a nivel lingüístico, con un enorme desconocimiento de los aspectos básicos de la escritura y con fallas en la redacción de textos de cualquier tipología.

Es importante señalar al respecto, que “quienes se forman como profesores sienten que están demasiado ocupados en el aprendizaje de contenidos, el cumplir con las asignaciones para aprobar los cursos y completar los requerimientos curriculares” (Fraca, 2001, p.21).

En este caso hablando del proceso de escribir que se debe traducir en producción de ideas, en la generación de conceptos y puntos de vista que promoverán un verdadero acto comunicativo, el individuo que escribe debe tomar muy en cuenta las ideas que desea transmitir, le corresponden conocer el tipo de texto que va a producir y debe concientizar con qué intención escribe.

Diversas investigaciones en el campo de la educación universitaria muestran resultados alarmantes entre ellos:

El uso del código escrito por los estudiantes universitarios, es similar al de los alumnos de los niveles anteriores.

El estudiante universitario está imposibilitado para expresarse en forma escrita.

Existe confusión en el uso del código escrito con respecto al código oral, es decir, los alumnos “escriben como hablan”.

Se comprobó el desconocimiento teórico-práctico en el uso del registro escrito.

Presentan dificultades de escritura en diversas formas y en distintos niveles: caligráficos, ortográficos, morfológicos, sintácticos, semánticos y lexicales.

No se utiliza la lengua oral y escrita como instrumentos de comunicación y pensamiento.

Cabe destacar, que a la escuela se le ha designado la tarea de desarrollar en el alumno la posibilidad de “comunicarse” por escrito en forma efectiva.

No obstante, ésta no ha tenido la capacidad para cumplir con la función social del lenguaje, pues no promueve el uso de las estrategias necesarias para que el lector lo haga de manera comprensiva y reflexiva. Se ha ocupado más porque el alumno “aprenda” diversos contenidos de las diferentes áreas del currículo, pero ha olvidado que no sólo esto es importante.

Lógicamente, si el alumno no sabe “leer” ni “escribir”, sino apenas alcanza a decodificar, memorizar y copiar, no podrá acceder a otros procesos de mayor complejidad tales como el análisis, la reflexión, la síntesis.

domingo, 15 de abril de 2018

Una poderosa herramienta: la escritura




Somos dueños de una poderosa herramienta: la escritura

Gracias a la invención de la imprenta a base de tipos móviles por parte del alemán Johann Gutemberg, la palabra logró quedar impresa a mediados del siglo XV, el hombre alcanzó otro hito evolutivo en su largo proceso de hominización y de expansión de la cultura. Por cierto, es importante resaltar que antes, la palabra se había intentado conservar y difundir a través de otras formas; por ejemplo, en tablillas de arcilla blanda primero por parte de los sumerios y en papiros y pergaminos después. A partir de este momento, la escritura puede traer a presencia todo el conocimiento que han alcanzado las generaciones pretéritas, puede dialogar con los que ya no están y con los sujetos del presente.

En este contexto, es necesario provocar e incentivar la crítica y la autocrítica a los agentes educativos en cuanto a las prácticas
de lectura, escritura y comunicación oral que promueven, y a sus propias como usuarios de la lengua. La alfabetización que reciben las nuevas generaciones es deficiente pues no asegura el acceso a la cultura letrada. El iletrismo afecta a gran parte de los egresados del sistema educativo, actuales o futuros ciudadanos, quienes, a pesar de haber recibido en su juventud y en la escuela el diploma de "alfabetizados", no han desarrollado ni el gusto ni las competencias necesarias como lectores, escritores y hablantes que les aseguren su participación en la vida ciudadana.

El problema de la lectura va unido, indefectiblemente al de la escritura. Se comprende mejor el texto escrito cuando el usuario es también un escritor y, como tal utiliza diversas estrategias y recursos para hacerse comprender por el lector y viceversa, un escritor se forma como tal a través de múltiples e inacabables lecturas en las cuales va descubriendo estrategias, estilos y recursos para hallar la propia manera de “decir su palabra”. Al mismo tiempo, la comunicación oral es imprescindible para el desarrollo de las situaciones de lectura y escritura pues contar, comentar, discutir, argumentar permite una mejor interpretación del texto o una más ajustada escritura.

El lenguaje puede ser muy fácil, pero también muy difícil de aprender:

Es fácil cuando:                                       Es difícil cuando:
Es real y natural                                       Es artificial
Está integrado                                          Está fragmentado
Tiene sentido                                            No tiene sentido
Es interesante                                           Es aburrido
Le pertenece al alumno                          Les pertenece a todos
Es parte de un hecho real                     Está fuera de contexto
Tiene utilidad social                                No tiene valor social
Tiene un propósito para el alumno     No tiene ningún propósito  
                                                                verificable
El alumno elige utilizarlo                       Es impuesto por otros
Es accesible al alumno                          No es accesible
El alumno tiene el poder de utilizarlo /El alumno carece de ese poder.

El lector y el escritor frente al poder de la Palabra

Los que integramos una sociedad letrada, no podemos concebir la vida sin la escritura, porque ella es una herramienta que usamos cotidianamente, aunque es válido reconocer que las demandas de las sociedades orales primarias se veían satisfechas con la palabra hablada, los miembros de esas sociedades reconocían a la palabra como otorgadora de poder: no cualquiera podía hablar, no cualquiera podía escuchar; cada individuo sabía sólo lo que era capaz de recordar. La memoria era entonces la protagonista principal o, mejor dicho, quienes la poseían.

La aparición de la escritura marcó una ruptura con respecto a las formas de concebir la palabra porque ella permite “establecer fuera del pensamiento lo que en realidad sólo puede existir dentro de él” hoy la escritura constituye una actividad privilegiada de las sociedades contemporáneas, que excede ampliamente el papel de ayuda memoria.

Algunas consideraciones importantes respecto al papel de lector y escritor se pueden describir de la siguiente manera:

El lector construye el significado mientras lee: para ello y utiliza la experiencia y los conocimientos previos para darle sentido a lo que lee.

El lector predice, selecciona, confirma y se auto corrige a medida que intenta encontrarle sentido a la palabra impresa; es decir; formula hipótesis acerca de lo que ocurrirá en el texto.

Controla su propia lectura: para ver si le gusta o necesita corregirse y seguir encontrándole sentido a lo que lee. La lectura efectiva tiene sentido, el lector eficiente lee con un mínimo de esfuerzo, los lectores rápidos comprenden mejor, son efectivos y eficientes en el procesamiento de la información.

El escritor incluye suficiente información para que sus lectores comprendan lo que escribe; la escritura efectiva tiene sentido para la audiencia a la cual se dirige, la escritura eficiente es comprensible.

En el lenguaje escrito, interactúan tres sistemas lingüísticos: el grafofónico: secuencia de sonidos y letras, el sintáctico: estructuras de oraciones y el semántico que tiene que ver con los significados. Estos sistemas se pueden estudiar de forma separada, pero deber integrarse en el proceso de enseñanza.

El escritor, dispone de elementos de carácter estrictamente lingüístico para construir los mensajes (grafemas) o paralingüístico (signos de puntuación, espacios, sangrías, negrilla, subrayado, etc.). La información que se trasmite no se puede complementar con el recurso de códigos extralingüísticos.

El escritor, exige una planeación previa y una organización cuidadosa. Su ejecución siempre debe ser posterior a unas etapas previas de planeación. La planeación debe considerar no únicamente lo que se va a decir, sino también cómo, para qué y a quién se le va a decir.

Lo anterior nos recuerda que la lengua escrita es un proceso semiótico complejo que requiere de unas fases o subprocesos cíclicos, de unos momentos creativos que no siguen una secuencia lineal. Esas fases pueden denominarse: invención, redacción de borradores, evaluación, revisión y edición.

El lenguaje escrito es perfectamente un universo basto, un reducto privilegiado del ser, un apartado exclusivo de la imaginación, pues todo lo que se escribe no se agota en el acto informativo; y si bien se desea relatar para informar, o para describir intensos estados de ánimo, también se narra para vivir, pues escribir es una pasión, una forma de vida, es vivir en el asombro de la creación, creación que puede llegar a mediodía, a altas horas de la madrugada, o bien no llega pronto y nos deja la paciencia y la impaciencia.

Así, observamos que los pueblos necesitan a sus escritores y estos necesitan de sus pueblos, de sus vidas, para elevarse de allí a lo sublime, a la búsqueda de metáforas, de encabalgamientos, del sentido y de los conceptos más felices para describir el alma de un pueblo.


martes, 10 de abril de 2018

Escribir es fascinante

Vale la pena aprender a escribir. ¡Escribir es fascinante!

La selección de lecturas que vamos a utilizar para este bloque tiene que ver con la escritura, apuntamos al deseo que entendamos la necesidad y la importancia de utilizar todas las herramientas que nos proporcionar el idioma para no solamente convertirnos en lectores eficaces sino también en buenos escritores. El teórico Walter Ong, asegura que la escritura ha transformado la conciencia humana, la ha vigorizado, expresa que “Para vivir y comprender totalmente, no necesitamos sólo la proximidad, sino también la distancia”. Y esto es lo que la escritura aporta a la conciencia como nada más puede hacerlo”. Si queremos aprender a escribir necesitamos un largo proceso de formación, de entrenamiento y de práctica; ese largo proceso exige dedicación y constancia.

Si pretendemos averiguar qué tanto hemos comprendido de un texto, el mejor reto es escribir sobre él, porque la escritura nos orienta, nos interroga una y otra vez, discute y dialoga con nosotros mismos, nos exige retornar al texto. Esta posibilidad que nos brinda la escritura de problematizar el acto mismo de escribir, está estrechamente relacionada con la liberación del hombre: función primordial de la educación en general.

Los trágicos griegos escribían a partir de mitos, poesías tradicionales, cantos que eran auténticos textos que si bien no estaban limitados a la escritura partían de allí. Esos cantos se trasmitían de boca en boca de manera horizontal entre los artistas que iban de pueblo en pueblo, recitaban versos y contaban historias en las fiestas callejeras y en los mercados, una tradición que se mantiene hasta nuestros días en muchos lugares. Para escribir bien hay que leer mucho, cuidar la ortografía, un texto con errores es algo bochornoso; poner cuidado en que los puntos coincidan con el final de las oraciones, escribir ideas completas. Es importante leer cada párrafo que escribimos y separar las ideas sin fraccionarlas.

Propósito de la escritura

Se fundamenta en su concepción como herramienta básica de pensamiento, alberga un potencial epistémico, es decir, no sólo es un medio de registro, expresión o comunicación, sino también un instrumento para desarrollar, revisar y transformar el conocimiento. La acción escolar es inconcebible sin la escritura, porque a través de materiales escritos se extrae y se difunde el conocimiento y además se demuestra la posesión del mismo a través de resúmenes, informes, ensayos, monografías, tesis y otros. Una información importante para reflexionar es el manejo de la lengua escrita por parte de los bachilleres que ingresan a la universidad pues reflejan una serie de dificultades y limitaciones que obstaculizan su desempeño y comprometen su éxito en los estudios. Aunado a esta situación se encuentran docentes que presentan poco o ningún hábito de lectura y escritura.

El acto de escribir

El acto de escribir es entendido como un proceso intelectual complejo que involucra tres subprocesos o etapas: planificar, redactar y revisar lo escrito. En la etapa de planificación, el escritor selecciona el tipo de texto que quiere producir, elabora borradores, toma en cuenta al posible lector, y la situación de comunicación. Durante la etapa de redacción se plasma sobre el papel las ideas a comunicar, tomando en consideración la estructuración coherente de ellas y los aspectos formales de la escritura. La revisión, por su parte, implica lectura y relectura del texto escrito, para realizar modificaciones y reelaboraciones totales o parciales. Estos subprocesos no ocurren secuencialmente, sino simultáneamente durante el proceso de escritura; sin embargo, en algunos momentos de éste se hace más énfasis en uno que en otro.

EL ACTO DE ESCRIBIR
Etapas
Planificación

- Selección del tipo de texto que se quiere producir.
- Elaboración de borradores.
- Análisis de las características del posible lector y la situación de comunicación.

Redacción
- Plasmar sobre el papel las ideas a comunicar, tomando en consideración la estructuración coherente de ellas y los aspectos formales de la escritura.

Revisión
- Lectura y relectura del texto escrito, para realizar modificaciones y reelaboraciones totales o parciales.




Sugerencias para aprender a escribir
  • Realizar intentos de escritura. Elaboración de textos narrativos a partir de situaciones de la vida diaria. Construir ideas. Interpretar las imágenes de cuentos comics. Construcción de oraciones simples, dirección de la lectura.
  • Jugar a las adivinanzas con palabras del entorno.
  • Descripción de objetos, lugares personas ambientes constituye la forma más tradicional de composición escrita.
  • Exposición de textos, manuales y de razonamiento metacomunicativo.
  • Narración de sucesos, hechos cotidianos, secuencias.
  • Estructuración a través de nexos.
  • Representación escrita de memoria espontanea, expansión de un recuerdo,
  • composición final.
  • Utilización de estrategias de composición literaria como:
  • Adjetivación: poner y quitar cualidades a los objetos.
  • Sinestesia: asignar a un objeto la percepción de otro.
  • Hipérbole: exagerar las cualidades o atribuciones de los objetos.

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