El resumen
El resumen consiste en expresar por
escrito y de manera simplificada la información contenida en un texto,
utilizando nuestras propias palabras, resaltando solamente aquellos elementos o
segmentos que contengan datos importantes.
La información incluida y la omitida en
el resumen de un texto revelan aspectos de lo que se ha comprendido y
recordado, así como también, evidencia las destrezas para elaborar resúmenes.
La habilidad para resumir el contenido de un material es de gran utilidad pues
facilita la comprensión y el aprendizaje, particularmente en contextos
académicos.
Es una herramienta redactada en forma
personal, en la cual se extraen las ideas del autor de manera breve, evitando
cualquier apreciación y juicio crítico, además de poseer una objetividad y
precisión del contenido de un determinado texto, obra u otro recurso. La clave
de un buen resumen depende del dominio que se tenga del texto, por lo que se
debe leer reiteradas veces y utilizar algunos métodos sugeridos para realizar
un buen resumen, tales como: análisis y comentario del material, resúmenes de
éstos, lecturas relacionadas, subrayado, entre otras.
Asimismo, favorece la elaboración de un
trabajo práctico en el cual se necesita consultar varias fuentes y luego
elaborar una sinopsis propia, donde se concentren las diferentes informaciones
y datos extraídos de las mismas; es un texto que trata de adaptarse a un nuevo
contexto comunicativo, con una finalidad determinada. Por lo general, la mejor
forma de realizar un resumen comienza efectuando una primera lectura del texto,
en el que se intenta comprender a cabalidad los contenidos generales allí
expuestos, para luego, en una segunda lectura, centrarse en la búsqueda de las
ideas centrales.
En esta segunda lectura es recomendable
subrayar las ideas para luego extraerlas dentro de su contexto particular; para
lograr un buen resumen es necesario subrayar las ideas principales que se han
encontrado para luego poder redactar un nuevo texto que respete y refleje la
estructura del texto original conservando las ideas centrales del mismo.
Un buen resumen, además de reflejar en
forma objetiva los contenidos del texto original, los explica en una forma más
sencilla y utiliza conceptos de más fácil comprensión, pues si queremos ahondar
en los temas, siempre se contará con el escrito original.
Tipos de resúmenes:
Informativo: sintetiza la idea original
de forma rápida y general
Descriptivo: explica la estructura del
escrito, así como las partes
fundamentales, las fuentes o el estilo,
ayuda a comprender los datos originales del texto.
Abstracto: es una variante del resumen
generalmente de tipo descriptivo, que encabeza los artículos científicos, es un
resumen básicamente informativo que sintetiza las aportaciones más destacadas
del artículo.
Síntesis: consiste en resumir diversos
textos que tratan un mismo tema o temas relacionados. Por medio de esta técnica
se reúnen los elementos esenciales de más de un texto para obtener un resumen
coherente.
¿Para qué sirve realizar resúmenes?
El resumen es útil en diversas
situaciones del acto educativo, una de ellas es que beneficia la capacidad de
comprensión de un texto determinado a continuación se mencionan algunas:
Permite seleccionar y organizar las
ideas o datos más importantes e interesantes del texto original, ya sea para
estudiar, presentar una exposición oral o hacer un trabajo académico.
Favorece definir y esquematizar la
información esencial de un tema, de manera que se pueda verificar la
comprensión del contenido y las dificultades relacionadas con el mismo.
Facilita la comprensión y el aprendizaje
de nuevos conocimientos, y al mismo tiempo la preparación de tus apuntes y
exámenes.
Cómo resumir:
Debes leer el texto tantas veces como
sea necesario. Repensar el texto y "pensarnos" con él, hasta estar
seguros de haberlo comprendido. Discernir la importancia de cada elemento.
Elegir qué elementos debemos sacrificar y cuáles destacar. Por último, expresar
lo que hemos comprendido.
Para hacer un resumen deben considerarse
los siguientes aspectos:
La objetividad.
Tener muy claro cuál es la idea general
del texto, las ideas principales y las ideas secundarias.
Tener siempre a la vista el esquema.
Es necesario encontrar el hilo conductor
que une perfectamente las frases esenciales.
Enriquece, amplía y complétalo con
anotaciones de clase, comentarios del profesor, lecturas relacionadas con el
tema de que se trate y, sobre todo, con tus propias palabras.
Cuando resumas no has de seguir
necesariamente el orden de exposición que aparece en el texto. Puedes adoptar
otros criterios, como, por ejemplo, pasar de lo particular a lo general o
viceversa.
Debe ser breve y presentar un estilo
narrativo.
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