Velocidad lectora y buen nivel de
comprensión
La lectura eficaz precisa
una perfecta armonización y conjunción entre velocidad y comprensión, la clave
es leer con atención y concentración.
No siempre es mejor lector y
más eficaz el que lee más rápido, sino el que sin reducir la velocidad
demasiado, comprende más del 60% del texto.
El mal lector lee siempre a
la misma velocidad, pero el lector inteligente y entrenado cambia el ritmo de
lectura.
La lectura rápida es
imprescindible para formarse una idea general y como paso previo para la
lectura crítica meditada y de estudio.
Antes de la lectura es importante que
analices:
¿Para qué voy a leer?
(Determinar los objetivos de la lectura)
ü Para
aprender
ü Organizar
una exposición
ü Ejercitar
la lectura en voz alta o silenciosa
ü Obtener
información precisa
ü Seguir
instrucciones
ü Revisar
un escrito
ü Por
gusto
ü Asegurarme
que he comprendido.
Lo que conozco de este
texto… (Activar los conocimientos
previos)
¿De qué trata este texto?
¿Qué me dice su estructura? (Formular hipótesis y hacer predicciones sobre el
texto).
Durante la lectura:
ü Formular
hipótesis y hacer predicciones acerca del texto
ü Formular
preguntas relacionadas con el texto
ü Aclarar
posibles dudas
ü Resumir
el texto
ü Releer
partes confusas
ü Consultar
el diccionario
ü Pensar
en voz alta para asegurar la comprensión
ü Creer
imágenes mentales para visualizar descripciones vagas.
Después
de la lectura
ü Hacer
resúmenes
ü Formular
y responder preguntas
ü Recontar
ü Utilizar
organizadores gráficos.
ü ¡Descubre
lo que quieres y por qué lo quieres!
ü
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